اللَّهُ وَلِىُّ الَّذينَ ءامَنوا يُخرِجُهُم مِنَ الظُّلُمـٰتِ إِلَى النّورِ ۖ وَالَّذينَ كَفَروا أَولِياؤُهُمُ الطّـٰغوتُ يُخرِجونَهُم مِنَ النّورِ إِلَى الظُّلُمـٰتِ ۗ أُولـٰئِكَ أَصحـٰبُ النّارِ ۖ هُم فيها خـٰلِدونَ
أَلَم تَرَ إِلَى الَّذى حاجَّ إِبرٰهـۧمَ فى رَبِّهِ أَن ءاتىٰهُ اللَّهُ المُلكَ إِذ قالَ إِبرٰهـۧمُ رَبِّىَ الَّذى يُحيۦ وَيُميتُ قالَ أَنا۠ أُحيۦ وَأُميتُ ۖ قالَ إِبرٰهـۧمُ فَإِنَّ اللَّهَ يَأتى بِالشَّمسِ مِنَ المَشرِقِ فَأتِ بِها مِنَ المَغرِبِ فَبُهِتَ الَّذى كَفَرَ ۗ وَاللَّهُ لا يَهدِى القَومَ الظّـٰلِمينَ
أَو كَالَّذى مَرَّ عَلىٰ قَريَةٍ وَهِىَ خاوِيَةٌ عَلىٰ عُروشِها قالَ أَنّىٰ يُحيۦ هـٰذِهِ اللَّهُ بَعدَ مَوتِها ۖ فَأَماتَهُ اللَّهُ مِا۟ئَةَ عامٍ ثُمَّ بَعَثَهُ ۖ قالَ كَم لَبِثتَ ۖ قالَ لَبِثتُ يَومًا أَو بَعضَ يَومٍ ۖ قالَ بَل لَبِثتَ مِا۟ئَةَ عامٍ فَانظُر إِلىٰ طَعامِكَ وَشَرابِكَ لَم يَتَسَنَّه ۖ وَانظُر إِلىٰ حِمارِكَ وَلِنَجعَلَكَ ءايَةً لِلنّاسِ ۖ وَانظُر إِلَى العِظامِ كَيفَ نُنشِزُها ثُمَّ نَكسوها لَحمًا ۚ فَلَمّا تَبَيَّنَ لَهُ قالَ أَعلَمُ أَنَّ اللَّهَ عَلىٰ كُلِّ شَىءٍ قَديرٌ
Dios es el Protector y Amigo de aquellos que creen. Él les saca de las tinieblas hacia la Luz. Pero, aquellos que no creen, tienen por maestros a los falsos ídolos que los llevan de la Luz a las tinieblas. Esos son la gente del Fuego en el cual estarán eternamente. (257)
¿No te has fijado en el que disputaba con Abraham sobre su Señor, porque Dios le había otorgado el gobierno? Cuando Abraham dijo: «Mi Señor es Quien da la vida y la muerte», él dijo: «Yo doy vida y muerte.» Dijo Abraham: «Ciertamente, Dios trae el Sol por el Oriente. Tráelo pues, tú por el Occidente.» Así fue confundido el que ocultaba la Verdad. Dios no guía a los opresores. (258)
O en aquel que pasó por una ciudad en ruinas, caídas las paredes sobre los techos. Dijo: «¿Cómo la devolverá Dios a la vida después de haber muerto?» Entonces, Dios le hizo estar muerto durante cien años y luego le resucitó. Dijo: «¿Cuánto tiempo has permanecido así?» Dijo: «He permanecido así un día o parte de un día.» Dijo: «¡No! ¡Has permanecido así cien años! Mira tu comida y tu bebida, no han cambiado, pero mira a tu asno. Haremos de ti una señal para la gente. Mira, pues, los huesos, cómo los recomponemos y los recubrimos de carne.» Cuando fue evidente para él, dijo: «Ahora sé que Dios tiene poder sobre todas las cosas.» (259)