۞ لَيسَ البِرَّ أَن تُوَلّوا وُجوهَكُم قِبَلَ المَشرِقِ وَالمَغرِبِ وَلـٰكِنَّ البِرَّ مَن ءامَنَ بِاللَّهِ وَاليَومِ الـٔاخِرِ وَالمَلـٰئِكَةِ وَالكِتـٰبِ وَالنَّبِيّـۧنَ وَءاتَى المالَ عَلىٰ حُبِّهِ ذَوِى القُربىٰ وَاليَتـٰمىٰ وَالمَسـٰكينَ وَابنَ السَّبيلِ وَالسّائِلينَ وَفِى الرِّقابِ وَأَقامَ الصَّلوٰةَ وَءاتَى الزَّكوٰةَ وَالموفونَ بِعَهدِهِم إِذا عـٰهَدوا ۖ وَالصّـٰبِرينَ فِى البَأساءِ وَالضَّرّاءِ وَحينَ البَأسِ ۗ أُولـٰئِكَ الَّذينَ صَدَقوا ۖ وَأُولـٰئِكَ هُمُ المُتَّقونَ
يـٰأَيُّهَا الَّذينَ ءامَنوا كُتِبَ عَلَيكُمُ القِصاصُ فِى القَتلَى ۖ الحُرُّ بِالحُرِّ وَالعَبدُ بِالعَبدِ وَالأُنثىٰ بِالأُنثىٰ ۚ فَمَن عُفِىَ لَهُ مِن أَخيهِ شَىءٌ فَاتِّباعٌ بِالمَعروفِ وَأَداءٌ إِلَيهِ بِإِحسـٰنٍ ۗ ذٰلِكَ تَخفيفٌ مِن رَبِّكُم وَرَحمَةٌ ۗ فَمَنِ اعتَدىٰ بَعدَ ذٰلِكَ فَلَهُ عَذابٌ أَليمٌ
وَلَكُم فِى القِصاصِ حَيوٰةٌ يـٰأُولِى الأَلبـٰبِ لَعَلَّكُم تَتَّقونَ
كُتِبَ عَلَيكُم إِذا حَضَرَ أَحَدَكُمُ المَوتُ إِن تَرَكَ خَيرًا الوَصِيَّةُ لِلوٰلِدَينِ وَالأَقرَبينَ بِالمَعروفِ ۖ حَقًّا عَلَى المُتَّقينَ
فَمَن بَدَّلَهُ بَعدَ ما سَمِعَهُ فَإِنَّما إِثمُهُ عَلَى الَّذينَ يُبَدِّلونَهُ ۚ إِنَّ اللَّهَ سَميعٌ عَليمٌ
La virtud no consiste en que volváis vuestros rostros hacia Oriente u Occidente. La virtud consiste en creer en Dios y en el Último Día, en los ángeles, en la Escritura [Sagrada] y en los profetas. En dar de los bienes, por mucho amor que se les tenga, a los familiares, a los huérfanos, a los necesitados, a los mendigos, a los viajeros y para liberar esclavos. En hacer la oración, dar la limosna obligatoria, cumplir los compromisos cuando se contraen y en ser pacientes ante las dificultades y las desgracias y en tiempos de peligro. ¡Estos son los sinceros y los temerosos de desagradar a Dios! (177)
¡Oh, los que creéis! ¡Ha sido decretada para vosotros la ley del talión en caso de asesinato: el libre por el libre y el esclavo por el esclavo y la hembra por la hembra! Pero, si alguien rebaja a su hermano la condena, que no le presione en el pago de lo establecido y que éste le compense bondadosamente por la sangre derramada. Esto es un alivio procedente de vuestro Señor y una misericordia. Y quien, después de esto, viole la ley, recibirá un castigo doloroso. (178)
En la ley del talión hay vida para vosotros. ¡Oh gente dotada de entendimiento! Quizás así seáis temerosos de Dios. (179)
Se os ha prescrito que, cuando se le presente a uno de vosotros la muerte, si deja algunos bienes, testamente a favor de sus padres y de sus familiares cercanos, según el uso establecido. Esto es un deber para los temerosos de Dios. (180)
Y si alguien lo cambia después de haberlo oído, ciertamente, el pecado será de aquellos que lo cambien. Ciertamente, Dios todo lo oye, todo lo sabe. (181)