الَّذينَ ءاتَينـٰهُمُ الكِتـٰبَ يَعرِفونَهُ كَما يَعرِفونَ أَبناءَهُم ۖ وَإِنَّ فَريقًا مِنهُم لَيَكتُمونَ الحَقَّ وَهُم يَعلَمونَ
الحَقُّ مِن رَبِّكَ ۖ فَلا تَكونَنَّ مِنَ المُمتَرينَ
وَلِكُلٍّ وِجهَةٌ هُوَ مُوَلّيها ۖ فَاستَبِقُوا الخَيرٰتِ ۚ أَينَ ما تَكونوا يَأتِ بِكُمُ اللَّهُ جَميعًا ۚ إِنَّ اللَّهَ عَلىٰ كُلِّ شَىءٍ قَديرٌ
وَمِن حَيثُ خَرَجتَ فَوَلِّ وَجهَكَ شَطرَ المَسجِدِ الحَرامِ ۖ وَإِنَّهُ لَلحَقُّ مِن رَبِّكَ ۗ وَمَا اللَّهُ بِغـٰفِلٍ عَمّا تَعمَلونَ
وَمِن حَيثُ خَرَجتَ فَوَلِّ وَجهَكَ شَطرَ المَسجِدِ الحَرامِ ۚ وَحَيثُ ما كُنتُم فَوَلّوا وُجوهَكُم شَطرَهُ لِئَلّا يَكونَ لِلنّاسِ عَلَيكُم حُجَّةٌ إِلَّا الَّذينَ ظَلَموا مِنهُم فَلا تَخشَوهُم وَاخشَونى وَلِأُتِمَّ نِعمَتى عَلَيكُم وَلَعَلَّكُم تَهتَدونَ
كَما أَرسَلنا فيكُم رَسولًا مِنكُم يَتلوا عَلَيكُم ءايـٰتِنا وَيُزَكّيكُم وَيُعَلِّمُكُمُ الكِتـٰبَ وَالحِكمَةَ وَيُعَلِّمُكُم ما لَم تَكونوا تَعلَمونَ
فَاذكُرونى أَذكُركُم وَاشكُروا لى وَلا تَكفُرونِ
يـٰأَيُّهَا الَّذينَ ءامَنُوا استَعينوا بِالصَّبرِ وَالصَّلوٰةِ ۚ إِنَّ اللَّهَ مَعَ الصّـٰبِرينَ
Aquellos a quienes dimos la Escritura [Sagrada], le conocen como conocen a sus hijos y, ciertamente, un grupo de ellos esconde la Verdad a sabiendas de lo que hacen. (146)
La Verdad procede de tu Señor, por tanto, no seas de los que dudan. (147)
Para cada cual existe una dirección a la que volverse. ¡Id por delante, pues, en la realización de buenas obras! Donde quiera que estéis, Dios os reunirá. En verdad, Dios tiene poder sobre toda cosa. (148)
Donde quiera que vayas, vuelve tu rostro en dirección a la Mezquita Sagrada. Ciertamente, esa es la Verdad que provienen de tu Señor. Dios no está descuidado de lo que hacéis. (149)
Y, donde quiera que vayas, vuelve tu rostro en dirección a la Mezquita Sagrada y, donde quiera que estéis, volved vuestros rostros en dirección a ella, para que las gentes no tengan argumentos contra vosotros, ni siquiera los opresores. Y nos les temáis a ellos, temedme a Mí, de manera que Yo pueda completar mi bendición sobre vosotros y así podáis ser guiados. (150)
Por eso, os hemos enviado un Mensajero de entre vosotros mismos, que os recita Nuestros versículos, os purifica y os enseña la Escritura [Sagrada] y la Sabiduría y os enseña lo que no sabíais. (151)
Recordadme, pues, y Yo os recordaré y sed agradecidos conmigo y no ocultéis Mis favores. (152)
¡Oh vosotros, los que creéis! Buscad ayuda en la paciencia y en la oración. Ciertamente, Dios está con los que son pacientes. (153)